Microsoft, la empresa que a día de hoy es severamente ridiculizada por su pésima nueva consola, Xbox One, parece fiarse de esta tan poco como sus clientes. Tanto es así que, uno de las personas que fueron a probar las demos del E3 tuvo la suerte de descubrir que no estaba jugando con una Xbox One, si no con un ordenador con Windows 7. Incluso sacó esta foto a su pantalla.
Los motivos que puedan impulsar a Microsoft a hacer esto son desconocidos, pero lo más probable es que se fíen tan poco del software de su consola que han tenido que recurrir a un ordenador con OS más fiable para evitar algunos problemas. Luego, nos surge esta pregunta: Si Microsoft va a usar un OS de ordenador para su demo, ¿por qué no usaron ese Windows 8 del que tanto alardean?
Por suerte o no, esto es sólo otra prueba de la poca fiabilidad de esta consola y una nueva prueba de que su consola no es muy de fiar. Tanto es así que se fían menos de ella sus propios creadores que los de la Sega 32X.
A menos, claro, que resulte verdad lo de que retirarán todas esas políticas sobre la conexión diaria obligatoria o la imposibilidad del intercambio de juegos y lo del Kinect espía, pero todavía queda su precio exagerado, su tamaño exagerado y su aún escaso catálogo.
-GNG-
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